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Una ortografía divertida



La reflexión que he escogido hacer sobre uno de los temas tratados durante la asignatura ha sido sobre la ortografía. Creo que es un tema con fácil debate sobre cómo transmitir a los alumnos la motivación de corregir sus errores sin causar presión ni castigo por sus fallos.

Muchas personas hemos vivido experiencias, no muy gratificantes, de cómo en nuestras épocas de estudiantes debíamos repetir y repetir una falta de ortografía, o ser castigados por equivocarnos, en vez de animarnos con actividades motivadoras para encontrar la ortografía como algo divertido dentro del aula. Si es cierto, que a través de la lectura se puede fomentar un buen uso de las reglas ortográficas, pues cuantas más veces se vea escrita de forma correcta una palabra más rápido se retendrá la información; puede ser que por esto los profesores de antes hacían tanto hincapié obligando a los alumnos a repetir y repetir para corregir los fallos.

Otra circunstancia, que influye en la ortografía de nuestros alumnos, es el contacto con las redes sociales o la carencia de la necesidad por escritura. Esto se ha ido incrementando a lo largo de los años, puesto que cuando yo tenía 10 años, me escribía cartas con amigas del pueblo contando nuestras aventuras mensuales. Las releo y puedo observar cómo era nuestra caligrafía y nuestros mensajes. Nos escribíamos información que hoy en día se puede encontrar en un mensaje enviado a través de una aplicación de red social para recibir una respuesta inmediata. Nosotras no recibíamos una respuesta inmediata, sino al cabo de varias semanas. Hoy en día esto, los niños no lo hacen por el cambio digital que ha existido a lo largo de los años en nuestra sociedad. Esta evolución digital nos ha ayudado a tener una comunicación más rápida y eficaz que en el ejemplo de las cartas con mis amigas, pero ha trasformado a su vez, a la lectura y a la escritura de una forma más impersonal y digital facilitando la información global. Puesto que yo puedo hablar sobre cualquier tema con parte de mi familia que está al otro lado de Europa o incluso al otro lado del charco en Latinoamérica. Estamos lejos, pero con lo digital, estamos más cerca.

Sin embargo, con estos cambios positivos también nos vienen cambios que no nos favorecen tanto, y es que, al no trabajar tanto la escritura a mano, la concentración que conlleva, el control de la motricidad fina, etc., el nivel cognitivo de los alumnos acaba desarrollándose con mayor lentitud (Educ.ar, 2004).

Es cierto que las facilidades tecnológicas nos permiten que muchas personas escriban más que antes por su facilidad de presionar una tecla o botón y obtener un resultado. Pero yo como futura docente me pregunto si realmente dotar las aulas de tablets.

Se han hecho estudios sobre si realmente puede aumentar el aprendizaje de los alumnos tras usar tablets dentro del aula para el desarrollo de ciertas actividades donde se relaciona el uso de las tablets con el nivel de conocimiento de las habilidades de los alumnos. En los estudios se detectó un incremento en el aprendizaje de los niños en asignaturas como matemáticas, ciencias sociales o nuevas tecnologías. De los participantes en la investigación, algunos acentuaron la necesidad de mejora de este recurso (HaBler, 2015). Y realmente es mejorable, ya que en este estudio no se nombró la asignatura de lengua y la parte de la escritura, es una carencia que se tardará en solventar ya que los beneficios que aporta a los alumnos el papel son muy difíciles de sustituir por una pantalla y un lapicero digital.

Muchos alumnos de edades mayores son defensores pensamientos como “hay aplicaciones que me corrigen los fallos, no necesito aprender las reglas de ortografía.” Con estas defensas, las universidades describen a los jóvenes incapaces de sintetizar o utilizar lenguaje abreviado de forma adecuada y por las escasas palabras utilizadas para expresar conceptos o razonamientos en las exposiciones de sus trabajos o proyectos (Bernete García & Vigara Tause). Esto es debido a las costumbres que hoy en día tiene la juventud a la hora de escribir y expresarse en las diferentes redes sociales con mensajes cortos con una información directa con palabras muy concretas.

Por todo lo expuesto anteriormente, creo que desde un principio los profesores debemos transmitir a los alumnos el buen uso de las tecnologías y el buen uso de la lengua en las tecnologías. Además de, ayudarles a corregir sus fallos con actividades motivadoras, manipulativas, corporales, de movimiento como nos muestran muchos maestros en sus blogs sus recursos. De esta forma, los alumnos verán la importancia de escribir bien para poder comunicarse mejor, ya que el castellano es una lengua con mucha riqueza de lenguaje. Enseñarles que existen formas que nos permiten una comunicación eficaz con alguien que entiende nuestro mensaje, pero debemos enseñarles a diferenciar los contextos para su uso, además de qué, cómo y cuándo usar en cada contexto para una mejor comunicación.

Bibliografía


Bernete García, F., & Vigara Tause, A. M. (s.f.). Comunicación y lenguajes juveniles a través de las TIC. Instituto de la Juventud.

Educ.ar. (2004). ¿Internet le hace bien o mal a la escritura? veremos, veremos, veremos.

HaBler, B. M. (2015). Tablet yse in schools: A critical review of the evidence for learnin outcomes. Journal if Computer Assisted Learning.




Documento final de la reflexión.

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